Natisú con su estilo avant -garde, con canciones que equilibran los estilos de rock, pop, folk, música electrónica y experimental en sus 2 Álbumes y 3 EP, llega este sábado 22 de febrero a Sesiones SONORAS en Sin Puertas.

Natalia Suazo antes de ser Natisú, se inició en Projazz, donde  practicó el jazz y bossa nova realizando presentaciones en el 2007 con músicos del circuito jazzístico. En 2009 se desvincula de la escena y comienza un trabajo en solitario en donde toma definitivamente el pseudónimo y hace crecer su proyecto a una banda, que contó con la participación de músicos de los grupos Mar de Grises y Siberia, además de un significativo trabajo junto a Angelo Pierattini.

Su primera trilogía de EPs  fue Natisú, 2010; Relato entreparéntesis, 2011; y Los muertos, 2012, para luego publicar el álbum de diez canciones Deshabitar (2011), en donde presentó piezas como “En el centro del sol” y “Miles de ciudades”, entre otras.

Natisú llega este sábado 22 a las 22:30 hrs. a Cocinería y Cervecería local Sin Puertas como parte del proyecto SONORAS, iniciativa liderada por la cantante, compositora y música linarense Yosi Freire, la cual nace a finales de julio en donde junto a Ahilyn Ojeda le dan nombre y sentido a la propuesta. El objetivo es traer y potenciar la escena femenina en Linares invitando a que vengan mujeres a entregar y compartir conocimiento.

Yosi afirma que está muy contenta, “(esto) llega a confirmar que SONORA tiene que seguir adelante y que las mujeres están en otra sintonía, yo recibí muy buena onda de Natisú y de la invitación, y a veces uno piensa que es difícil traer músicas de buena calidad a Linares  y que haya este intercambio, y en las 4 (invitadas) me encontré con mujeres muy abiertas y muy sororas, además del apañe de los cabros de Sin Puertas, de la Ailhyn, de amigos, esto puede crecer. Es más red de apoyo entre nosotras y eso es muy necesario”, cuenta.

De hecho con Natisú se va a abrir la posibilidad a una asamblea, para que existan más mujeres de linares teloneando y avanzando en la escena musical.  Por ahora las presentaciones se han hecho en Sin Puertas, pero la idea es moverse por distintos lugares y no descartan un encuentro de trabajadoras de la música a largo plazo.

Natisú en tanto nos cuenta para Revista Endémica…

“Me da mucha felicidad y me emociona muchísimo ir a tocar a Linares, en general me ha costado tocar en otras ciudades de Chile porque como es un país muy largo y en donde la cultura y la música están muy poco financiada y son precarias, en la mayoría de la ciudades, incluída la capital, no hay mucho financiamiento para viajar, traer, llevar musiques y show a otros lugares, no es tan fácil… entonces siempre que hay invitaciones como ésta, que se basan en la colaboratividad y compañerismo, donde hay un apañe en el alojamiento, en la gestión de la tocata. Eso facilita todo y esas cosas me emocionan, porque siento que  es como la respuesta que tenemos ante la precariedad del rubro y esa precariedad viene  de una falta de cuidado por parte del estado. Somos un país que cultural y artísticamente está súper botado en términos estatales, y estas son las respuestas a las que llegamos, y me parecen que son muy hermosas; ante la precariedad hay unión, colaboratividad y apañe, me parece muy hermoso y por la que me parece que vale la pena continuar.

Me pone muy feliz ir a Linares y saber que hay ecosistemas musicales desarrollándose fuera de Santiago, creo que para allá hay que ir y para allá vamos (espero jejej), hay mucha música y mucho talent0  en todo el país, y siempre las ciudades que no son santiago se ven invisibilizadas y yo, siendo santiaguina (ríe), si puedo colaborar de alguna manera en que todo ese trabajo se visibilice, me honra mucho poder hacerlo, lo tomo con mucha humildad también, me carga cuando hay gente cree que por ser la capital piensa que  sabe más. Yo voy a aprender, a escuchar, a observar y compartir.

Sobre la reunión de trabajadoras de la música y disidencias, me pasa un poco lo mismo, sí voy a contar de lo que estamos haciendo ahora, pero no voy con ganas de imponer o dar cátedras, solo compartir lo que está ha sucedido acá, y saber lo que se hace allá, para que en conjunto lleguemos a la manera más amorosa y eficiente para levantarnos en conjunto.