“En octubre de 2021, un reconocido profesor de básquetbol se suicida en la ciudad de Linares. La comunidad se agita y un grupo de ex alumnos intenta lidiar con la ambivalencia: comparten el alivio de que el entrenador ya no abusará sexualmente de niños y adolescentes, pero también sienten rabia y frustración por no haberlo visto encarcelado. La muerte, de hecho, ocurre pocos días antes de su formalización y de un reportaje periodístico que haría pública la vivencia de los jóvenes.”
De esto trata “La Pelota no se mancha”, una historia que construye a través de diversos relatos la psicóloga y escritora linarense Liza Toro, que lanzó hace algunas semanas en una presentación en vivo y que por estos días participa en la Furia del Libro en Estación Mapocho en Santiago.
El año pasado ya les contábamos sobre su primer libro “La Estafa de la maternidad” en donde a través de 110 relatos, distintas mujeres contaban su experiencia (sin romanticismos) sobre lo que significa ser madres. En esta oportunidad la historia también habla de estereotipos pero desde otra perspectiva.
“El silenciamiento que vivieron los protagonistas de esta historia tuvo que ver con los estereotipos en relación a su masculinidad, al posible cuestionamiento de su orientación sexual y porque “un verdadero hombre, debería ser capaz de defenderse” (extracto del libro).
La pelota no se mancha es una crónica estremecedora “en el que las voces de los afectados tienen el espacio para compartir y procesar el daño. La escritora y psicóloga Liza Toro organiza los sucesos ocurridos a lo largo de dos décadas y, a la vez, indaga en el nocivo estereotipo de género masculino que dificulta el reconocimiento de las experiencias abusivas. Un libro valiente y conmovedor”, dice la reseña en La Pollera, editorial donde puedes adquirirlo.
¿Cómo llegaste a escribir este libro? le preguntamos a Liza
Yo cursé un magíster en escritura narrativa en la Universidad Alberto Hurtado, en donde la tesis consiste en escribir un libro. Estaba escribiendo otra tema, que en verdad no me apasionaba. Cuando vi la noticia de los chicos en los medios, sentí que era necesario profundizar en ella y luego de 3 meses decidí proponerle a Marco Bustos, escribir esta historia y él estuvo de acuerdo, además de apoyarme durante todo el proceso. Tuve acceso a los testimonios gracias al apoyo de Marco, quien estuvo dispuesto desde el primer momento y él me ayudó a contactar a otras personas. Fue un proceso muy bonito poder contar con la confianza de los protagonistas y establecer una relación cercana con ellos que ha perdurado en el tiempo. Fue un proceso rudo y doloroso, pero hermoso a la vez, ha sido de mucho crecimiento como autora, porque tuve el apoyo de mis profesores y compañeros de magíster. Además el trabajo de edición de la pollera fue maravilloso, especialmente trabajar con Daniel Campusano fue muy enriquecedor.
¿Cómo fue el proceso?
Como autora y psicóloga no pude establecer la frialdad periodística, de solo ir por el relato, la cuña. Me involucré de lleno en la historia y con cada uno de ellos.
Hubo un fuerte trabajo investigativo, con fuentes testimoniales, entrevistas a expertos, revisión de literatura relacionada al abuso sexual y masculinidades, revisión de otras historias de abuso sexual en varones, noticias en prensa, en radio, fotos en redes sociales, revisión de carpetas investigativas de dos denuncias y la escucha completa de un juicio donde el agresor resultó absuelto.
En los abusos sexuales, es muy importante romper el silencio porque si ello no ocurre es una herida que se mantiene abierta, tal vez durante mucho tiempo escondida, pero abierta de todos modos. Vivir una experiencia de abuso es extremadamente traumática y dolorosa, y la única forma de sanar es hablando y buscando ayuda. En el caso de los varones, buscar ayuda es un tabú, ellos rompieron con esto. En esta situación particular, el abusador los despojó de la justicia que ellos merecían, por eso creo que también decidieron ser parte de este proyecto, para que la noticia no quedara sólo en el diario y redes. A través del libro es una manera de lograr en parte, justicia, que llegue a muchas personas, que nos invite a prevenir, a detectar y a denunciar.
El objetivo del libro es mostrar la historia de los chicos, una historia de Linares, pero que es universal, el abuso sexual. Es muy importante para mí, que la sociedad conozca y se aproxime a que los varones también pueden ser víctimas. Es un libro de denuncia y una invitación a la prevención del abuso sexual.
El libro fue publicado por La Pollera, firmé contrato por 5 años, está disponible en librería árbol y color en Linares, librerías en todo Chile, buscalibre y en lapollera.cl.