¿Cómo es vivir en el Maule?, su olor, color nos lleva a un imaginario lleno de experiencias eclécticas entre la ruralidad y un inminente “desarrollo”. Es ese meme que nos mira persé con chupalla y una carreta, es esa tarde en el campo con tortilla de rescoldo y un té bien caliente al lado del brasero.
En esta tercera semana ya de MIRADAS, este ciclo que nos ha emocionado y llevado a conocer parte del trabajo de cinco mujeres fotógrafas maulinas, lo dedicamos a mirar nuestro Maule.
TERRITORIO, vivir en el Maule por Consuelo Cruz Montes @con.cruz.mtes
Fotógrafa y Diseñadora Visual. Actualmente realizando un pos título en Curaduría del Arte (en la UAI)
“Sin duda, un lujo, un placer que no cualquiera puede vivir, y porque lo digo? Porque son muchos los aferrados a lo material y a las grandes ciudades, los lujos, incluso creo que a los tacos y bocinas también…
Hace rato me enamoré de lo simple y lo no perfecto. Cada gota de agua tiene su esencia, cada textura de tierra, su propio encanto.
Me enamoré, y una raíz enorme me trajo de vuelta a estas tierras, la verdad al principio no supe porque regresaba, pero a medida que corren el tiempo y los años, cada vez mis inquietudes se ven más desenvueltas… No sé dónde voy a estar mañana, pero sí sé y estoy segura que hoy, mi lugar es el Maule y mi Linares que tanto adoro.
Gracias por tanto, Linares…”
TERRITORIO, vivir en el Maule por Fernanda Rojas @fdahip
Realizadora audiovisual y fotógrafa independiente (26). Nacida en Talca, actualmente (y por temporadas) viviendo en Curicó.
“Siento este paisaje dual, en el que habito percibiendo la mezcla de épocas pasadas y la urbe creciendo, arrastrando el verde a un gris que nos aturde de calor cada verano.
Un ombligo del que tira el sur con su frío verde afluente y el norte baldío, seco. En el que una capital crece gigante mientras nos mira de reojo y sobre el hombro.
Capital a la que muchxs hemos migrado, hastiadxs de la monotonía y las fiestas costumbristas.
En lo personal, me fui ansiosa de estas tierras y estando lejos algo me atraía con fuerza, quizás esos verdes imponentes batallando a la escala de grises”.
TERRITORIO, vivir en el Maule por Daniela Canales @danicanalesphotography
Daniela Canales (23) es estudiante de pedagogía en inglés y fotógrafa nacida en Linares.
“Cada vez que dejo un lugar y conozco uno nuevo me lleno de sueños. Mis raíces están enterradas dispersamente, no hay destino fijo que me amarre, que me comprometa, mi horizonte va cambiando constantemente, así como mis metas, mis perspectivas, mis pensamientos. Nací en Linares, estudié toda mi vida en el mismo colegio, nunca me cambié de casa, se podría decir que mi vida temprana no tuvo grandes cambios; sin embargo, eso no te asegura estabilidad ni conformidad. Desde que me cambié de ciudad para estudiar en la universidad me di cuenta de lo atrapada que me sentía viviendo en el territorio. El sabor de la libertad es difícil de olvidar, ser autora de decisiones propias, con una complaciente independencia es un precio que me atrevo a pagar y a disfrutar. Si jamás hubiera salido de Linares, ni de mi zona de confort, probablemente no me atrevería a tomar riesgos, a irme sola del país por meses, a manejar mis siguientes pasos, a descubrir partes de otros territorios que muchas veces con tan solo pensar en la idea, atemoriza, pero en el buen sentido.
Creo ser partidaria de no olvidar de dónde venimos, pero eso no tiene por qué definirnos. No pertenecemos a un lugar en específico, podemos crear conexiones territoriales donde lo sintamos de tal forma. Las conexiones humanas muchas veces son las que nos aferran a ciertos espacios, por ejemplo, cada vez que pienso en Linares imagino a mi familia y a los animalitos que nos acompañan en esta vida. Esas conexiones me mantienen en pie, me hacen sentir en casa, me dan la bienvenida a pesar de mis sentires acá, por lo tanto, mi corazón siempre será territorio seguro para ellxs”.
TERRITORIO, vivir en el Maule por Sue Villar @suevillarfotografia
Fotógrafa Sanjavierina (47 años), Egresada de Reportera Gráfica, Instituto Alpes, Santiago,2005; trabajó en Prensa y Ediciones Especiales Diario “El Centro, 2005 -2008, Talca; he realizado talleres impartidos por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
“En la Fotografía, la “captura” es la representación de las experiencias situadas del territorio, en donde se pretende reconocer a los habitantes de un lugar, en sus raíces, experiencias, acciones colectivas e individuales.
Desde su raíz etimológica, Territorio viene del latín Territorium y significa “extensión de tierra dividida políticamente”. Sus componentes léxicos son: Terra (tierra), más el sufijo Orio : ( pertenencia , lugar) …. Y para la RAE, es una porción de la superficie terrestre perteneciente a una nación, región, provincia, etc, y también es “Terreno o lugar concreto, como una cueva, un árbol o un hormiguero, donde vive un determinado animal, o un grupo de animales relacionados por vínculos de familia, y que es defendido frente a la invasión de otros congéneres, entre otras definiciones.
Territorio, vivir en el Maule, que es el tema de esta semana, es justamente eso, darte cuenta o impregnarte de la pertenencia de tu lugar, de tu tierras, el espacio de tu raíz, en mi caso del Maule.
Mi territorio, el Maule, que me ve salir y llegar desde diferentes puntos, pero vuelvo siempre, para sentir mi pertenencia cuyo sentir es validado por la comunidad que habito.
Me muevo entre paisajes geográficos, físicos, sociales, ecológicos, espirituales, etc, pero me quedaré con el sentir, el cómo siento mi territorio, mi maule…
Situarme en mi territorio maulino, no es sólo saber los colindes con las demás regiones, sino que es conocer al vecino, vecina, es transitar por tus calles, es saludar en un encuentro con una sonrisa, conocer alguna historia de sus personas, personajes, calles, en fin, sentir esa familiaridad tan característica de pertenencia a tu territorio.
Me nutro de memorias y recuerdos, cada vez que puedo, porque me resisto al olvido de estas, ya que muchas veces se ignoran o simplemente se pierden en el tiempo.
Para mi el territorio o vivir en el Maule, es llenar el espíritu, es emocionarse con ese tremendo mar por la costa y abrazarnos de cordilleras de colores vivos en cada fotografía… Esta vez las fotografías, no serán tan explicitas, sino más bien, conceptualizar mi necesidad incipiente de sentirme en algún proceso histórico, artístico, cultural, en fín, que pueda contribuir, quizás, desde mi mirada…”
TERRITORIO POR @Gabycho
Gabriela Paz Moya Vargas, diseñadora gráfica de formación, fotógrafa amateur.
Linarense, ciclista furiosa y amante de lo análogo. Actualmente estoy habitando el mundo freelance, buscando proyectos que se desarrollen desde lo local e identitario. Me gusta mucho la experimentación gráfica.
“Linares es mi raíz, mi origen, mi familia. Es el jardín mágico de mi bis abuela, las paredes de adobe de mi casa, los almuerzos llenos de colores y olores, sabrosos y contundentes. La comida que nunca falta y que alegra el corazón. Los inventos culinarios de mi madre y su destreza para hacer todo a la vez.
Es el olor a pan francés recién hecho de la Panadería el Almendro, es el recuerdo de la niñez.
Son las cuadras cortas que permiten llegar a todas partes a pie.
Son esas tardes calentitas de sol en la espalada camino a la piscina y ese frío invernal que cala en lo más profundo del alma.
Es la ruralidad, el campo, el olor a humo.
Linares es esa tierra encantadora, en donde muchas veces faltan las oportunidades y sobra la precariedad.
La selección de fotos elegida, es el registro de uno de los tantos lugares en donde la comida es el principal protagonista, parte de los recuerdos, de los viajes. Es en ese local familiar camino a San Antonio, en donde hacen las tortillas de rescoldo que mi mamá pasaba a comprar antes de ir a la cordillera, para untar en los tomates con ají, después de estar toda la tarde en el río. Es un local familiar que hace esas empanadas de pino que son dignas de mostrar a lxs amigos y familiares que vienen de visita. Es parte del territorio, de vivir en el Maule”.