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Ailyn Castro, joyas que nacen de la recolección botánica

Por Mauricio Cordero

Quién no ha soñado alguna vez con inmortalizar la flor de un chilco o las hojas de un helecho encontradas a la orilla del río. Ailyn Castro Avendaño, mujer maulina de 27 años, practica esta actividad constantemente. Su oficio principal es la recolección botánica, y a partir de sus hallazgos crea joyas de resina y tintes naturales.

“Lo que me gusta es salir a recolectar. Ese siento que es el oficio. El producto final es una excusa para hacerlo”, aclara desde su casa en Panimávida, en la comuna de Colbún.

Madre, investigadora y estudiante de último año de antropología, Ailyn se acercó a este oficio motivada por la necesidad de entender el territorio que habita. Una inquietud que le ha permitido perfeccionar su trabajo y mostrarlo dentro y fuera de la región.

“Comencé recolectando líquenes y me interesé por la ilusión que genera la resina de conservar cosas en el estado en que las pusiste. Hacía collares con líquenes y al mirarlos sentía que se formaban micromundos. Esos fueron mis primeros trabajos, también los hacía con flores del jardín de mi abuela”, comenta.

De esta forma, el quehacer de Ailyn conecta varias perspectivas presentes en la zona donde vive. Esto debido a su particular interés por la relación entre la gente y las plantas, la etnobotánica.

“Esto me ha permitido conectar con distintas artesanas y gente con oficios variados por acá. Hemos concluido, entre otras cosas, que los oficios locales no surgen necesariamente con fines económicos, sino por una necesidad de refugios propios”, reflexiona.

“Me he dado cuenta de que a todas nos da nervio en algún momento mostrar nuestro trabajo, porque es mostrar nuestro refugio, nuestro mundo personal”, complementa.

Sin embargo, de a poco y a través de la asociación el trabajo de Ailyn y otras creadoras del Maule sale a la luz. Muestra de ello es la reciente creación de la cooperativa de bosque y recolección Ramito de Cardas, integrada por artesanas que trabajan con tintes naturales, lanas, textiles y barro.

“Somos 5 mujeres con oficios relacionados al bosque que decidimos crear una marca. Surge como una necesidad de juntarse a generar algo colectivo, pero que nos genere también ingresos económicos. Estamos en una zona alejada que en invierno es muy apagada. Entonces es difícil. Una no puede sola, las creaciones deben ser colectivas”, concluye Ailyn.

Descubre el trabajo de Ailyn y entérate de los lugares donde estará ofreciendo sus productos siguiéndola en su Instagram.

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