Revista Endémica

Especial

Juegos que cuentan: una propuesta lúdica creada en el maule que te abre a otras culturas y nuevos imaginarios

Por Claudia Araya

Año 2015, Cedric Devries, un francés radicado en Chile acababa de llegar en familia a Talca junto a su compañera la reconocida actriz y contadora de historias Coté Rivara, su hijo mayor Nicanor cumplía 2 años y quería regalarle un juguete de madera.  Ahí se dio cuenta que habían pocas jugueterías. Buscaba algo no tan caro ni sofisticado y le fue difícil encontrarlo, en esa época no “cachaba” ningún artesano, por lo que no le quedó otra que empezar a construir algo con sus propias manos. Hizo un vehículo de arrastre y un rompecabezas y de a poco le ganó la pasión por construir juguetes y  juegos de madera. Ahí nació Juegos que Cuentan.

Un taller frente a una montaña, al borde de un bosque, cerca de un pequeño pueblo llamado Pelarco en el Maule, ahí construye y crea sus historias. Rompe cabezas, móviles, juegos gigantes son sus productos, los que son diseñados y adaptados de otros juguetes, juegos de destreza y de estrategia de otros lugares del mundo. También realiza (ba) intervenciones lúdicas y pedagógicas, que por supuesto han debido cesar por la crisis sanitaria. ¿Cómo son creados estos juegos y juguetes, cuáles son sus inspiraciones y el mundo que rodea a este proyecto?.

¿Qué cuentan estos juegos?

Como cualquier artesano tengo la historia personal al momento de ponerme a fabricar, en mi caso a partir de ser francés tengo un pasado profesional de educador de medio ambiente por un lado y por otro de Cuenta Cuentos y la primera me llevó de a poco a la segunda que comencé  en Francia y que me hizo regresar a Chile. Los cuentos me sirvieron como pretexto para viajar por América del Sur, entonces la idea de los juegos que cuentan, son juegos que te abren a otras culturas y nuevos imaginarios. Es un desafío para mí inventar una historia cada vez que creo un juego para ponerlo en contexto. Cuentan de los países que vienen, de las tradiciones. Me encanta imaginar y hacer sentir a los jugadores que este mismo tablero fue jugado abajo de una carpa, en una batalla, en una taberna, en Holanda, sentir el ambiente, que estos juegos lleven consigo todo el ambiente desde dónde fueron creados y todos los viajes que han podido hacer en mis manos aquí en Chile hasta las manos de los jugadores.

¿Cómo es el proceso creativo y de fabricación de un juego?

En los juegos tradiciones no hay creación en sí, sino una adaptación de uno que he jugado o he visto jugar en algún momento de mi historia, o el relato de él, y  siempre termino por encontrarme con una imagen del juego. Luego el proceso de adaptación y fabricación es un proceso de azar. Soy autodidacta en la carpintería, entonces también en este proceso de aprendizaje hay mucho de azar, de encontrarme con el conocimiento, o con la herramienta o materia prima y que eso me permita empezar los ensayos- error y el diseño para crear el prototipo del juego.

El motor de los juegos es siempre la curiosidad por conocerlo y experimentarlo, necesito fabricarlo para poder jugar, y a veces, por la necesidad llego a unos modelos muy feos sólo para poder probarlo.

Con los juguetes es distinto, porque el motor sigue siendo regalar a mis hijos, ahí hay más una creación de dibujar algo y recortarlo para fabricar un rompecabezas por ejemplo, recuperar retazos de materia prima de algún juego que fabriqué y transformarlo en algo más y de ahí nacen un par de juguetes.

¿Qué buscas provocar en las personas que juegan con ellos?

Primero es provocar curiosidad; estos juegos son de otras latitudes, de otras culturas, entonces son juegos de estrategias, que son tableros que por lo general no hemos visto, juegos de destreza. La idea es que den ganas de saber de qué se tratan, que la gente se acerca a ver cómo se juega, después  la parte que más que gusta es la función social porque permite relacionarse entre los jugadores, permite el contacto entre personas que no se conocen, permite un nuevo tipo de contacto entre personas que se conocen, intercambios de las mismas o distintas generaciones, permite que a veces el más pequeño sea más apto para cierto tipo de juego, aprovechando otro tipo de habilidades.

¿Cuáles crees son las habilidades que se pueden desarrollar?

En todos los juegos se pueden desarrollar habilidades sociales, vamos a compartir un momento, en la mayoría de los juegos que he desarrollado hasta ahora son juegos de a dos, que sea algo un poco competitivo, o que sea un momento intenso en reflexión. Después mis juegos se dividen en juegos de destrezas que tienen que ver con la motricidad, el equilibrio, la velocidad, los reflejos, conexión ojo mano, y por otro lado los juegos de estrategia en donde vamos a desarrollar también la concentración, la reflexión, la táctica, la matemática, la paciencia y el cálculo.

¿Cuáles son las características?

Son todos juegos de madera, hechos a mano, juegos tradicionales, juegos del mundo.

¿Quién crees que disfruta más estos juegos, lxs niñxs o los adultos?

Creo que hay juegos para todos, todas y todes, me encanta pensar que pueden disfrutar mucho las madres y padres  viendo jugar a sus hijxs, me gusta aún más cuando veo a los papás jugando, y a veces veo a los padres que con el pretexto de comprar algo para la familia se hacen un bonito regalo para ellos mismos.

¿Cómo ha vivido la Pandemia “Juegos que cuentan”?

Tengo mi taller en el mismo terreno que mi casa, por lo que la producción no ha tenido mayores problemas, pero lo que es canales de venta,  ferias, etc. todo se ha cancelado. Por suerte esta época marzo-julio, es un período de producción año a año, y hasta ahora la crisis no nos ha afectado en ese sentido. Pero mirando a futuro con la crisis económica que genera la pandemia, hay bastante inquietud con esta idea de que va a bajar aún  más el nivel adquisitivo. La artesanía en general y los juegos artesanales, que no son parte esencial del gasto de una familia. Va a ser difícil en los próximos meses cuando vuelvan las ferias, se ve difícil el escenario para seguir vendiendo juegos.

 Entiendo que vives en el campo junto a tu familia ¿Cómo enfrentas y analizas tú- un francés radicado en Chile- una pandemia en un lugar campestre en la séptima región?

Aquí en el pueblo nos sentimos súper privilegiados de poder vivir en el aislamiento, en el campo; que los niños pueden salir, correr, trepar, andar en bicicleta sin ningún problema y que todos los integrantes pueden tener un escape y que se pueda guardar el equilibrio. Me parece que en la ciudad debe ser súper complicado.  Por otro lado viviendo en un pueblo chico de Chile como  Pelarco, hay un lado casi terrorífico de sentir que las redes y el tejido social no funciona en general. No está preparado para enfrentar una crisis como esta Pandemia; siento que en realidad no hace tanto que vivimos aquí, en 3 años tenemos una pequeña red de amigos con los que estamos en contacto, pero las redes vecinales no funcionan, están completamente paradas en este momento. No conozco las necesidades de mis vecinos. Estamos reducidos a portarnos bien, quedarnos en casa. -Es importante- estar al tanto y poder echar una mano al vecino. Desde el comienzo de la pandemia todas las reuniones están paradas y eso me preocupa mucho, el no tener la posibilidad de actuar en pos de un bien común a nivel local. El municipio está prácticamente cerrado, hay poca comunicación de lo que está haciendo y lo que no. Todos eso nos desempodera y nos impide encontrar soluciones.

JUEGOS QUE CUENTAN·JUEVES, 15 DE NOVIEMBRE DE 2018

Había una vez un niño que vivía en la montaña al borde de un bosque cerca de un pequeño pueblo a algunos kilómetros de una pequeña ciudad famosa por ser la capital francesa del juguete de madera. Cuando tenía 12 años de edad, su familia se mudó para vivir en otra ciudad más grande. Este éxodo marcará los pasos de la adolescencia y de la juventud de nuestro héroe quien buscará a lo largo de sus aventuras el paraíso perdido.

Buscándolo, recorrió en familia, con amigos, en solitario y en pareja, varios países de Europa y de América del Sur, a pata, en bicicleta, en velero, a dedo, con un burro…

Un día, leyó una frase sobre el secreto de la felicidad que guió su camino: para ser completo hay que producir, crear y compartir.

El niño creció, agarró un martillo y construyó un taller, frente a una montaña, al borde de un bosque cerca de un pequeño pueblo chileno en la región del Maule.

En este taller adapta y crea juegos de madera para participar al desarrollo integral de pequeños y grandes y está decidido a convertir Pelarco, en la capital chilena del juego de madera!.

Juegos que cuentan disponibles en www.juegosquecuentan.cl y en facebook e instagram bajo el mismo nombre.

 

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