Hace un par de semanas viajamos a las cercanías de Putú (Constitución) a compartir un encuentro de música independiente llamado Nativo, con bandas de la región y de Santiago. El cabecilla era aquel y se llamaba Felics (el cabecilla de cartel).
Félix Encina, es un músico oriundo de La Cisterna, ha vivido toda su vida en Santiago. Hace un par de años que viene trabajando su proyecto solista bajo el nombre de Felics. El año pasado lanza Bosque Sagrado, su primer LP y la materialización de un trabajo, el camino, el viaje así cual Siddhartha, que incluso incluyó una escala en la ciudad de Linares y que lo ha llevado a ser destacado como uno de los mejores trabajos del año 2019.
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Comencemos con conocerte un poquito más ¿Desde cuándo estás haciendo música y cómo se te ocurrió ser músico? ¿Dónde están tus papás que no te detuvieron?
Creo que hago música desde los 13 o 14, mis primeros intentos fueron sampleando bases de hip hop, los pedacitos que quedan sin voz al final, los cortaba con el Soundforge y los loopeaba, y tenía una base. Algo así como un sample del sample jajaja. De ahí me pasé al Fruity Loops y empecé a hacer rap y reggaetón, ahí la cosa se puso un poco más seria porque caché que le pegaba al asunto, empezaron a grabar canciones reales sobre mis bases y estaba como en tercero o cuarto medio, entonces mis intenciones de estudios de universidad empezaron a tirarse pa ese lado. De ahí siempre seguí haciendo música. Entremedio mis papás igual trataron de persuadirme un poco de que la música y el sonido no apañaban tanto con las lucas y todo ese rollo, pero no funcionó.
¿Crees que Chile sea un país propicio para ejercer la música?
Sí. No sé si hay algún lugar que no sea propicio para la música. De manera súper amplia, la música la podís hacer en todos lados y casi en cualquier condición. Creo que en todos lados hay mucha gente que siente un llamado a hacerla que no responde mucho a temas racionales, si no que son simplemente ganas imperantes de hacerla. Ahora, si me preguntai si Chile -como estado- es un lugar cómodo pa un músico que quiere vivir de eso, yo creo que no mucho, sobre todo porque la industria nacional es pequeña. En países grandes como Argentina o Brasil, hay varios millones más de personas escuchando la música, por lo que hay más plata en el asunto y quizás es más fácil. Aunque en verdad es sólo una suposición jaja.
¿Cómo ves los cambios que el país está cursando y su relación con el rubro de la música?
Me parece bacán lo que pasó el año pasado. Me emocionó mucho ver a tantas personas queriendo tener una vida mejor y rebelándose contra lo que nos oprime. Creo que nos falta muchísimo aún para encontrar esa forma de vida mejor, pero espero que de esto salga gente con ganas de experimentar nuevas formas de relacionarnos entre nosotros y con nuestro entorno. Lo que está pasando este año no me gusta mucho la verdad, creo que es un triunfo para los poderosos el hecho de que toda esa energía que estaba antes en la calle y que emocionaba a mucha gente, se haya transformado en una campaña publicitaria por un plebiscito que no da ninguna garantía de nada. Hay problemas muy graves y reales que necesitan solución ahora mismo, y entrar en este juego es ceder quizás cuantos años más y dar tiempo para que esa emoción explosiva que nos conmovió a muchas personas se debilite en la normalidad. Ojalá me equivoque.
Con respecto a la relación de la música con los cambios culturales de una sociedad, creo que es algo natural. Si hay una matanza, va a haber música sobre eso. Si hay un despertar social, va a haber música sobre eso. Si hay drogas, va a haber música sobre eso. Creo que ese es el valor que le hemos dado a la música y me parece bacán que así sea.
¿Crees que los músicos deben tener una postura frente a la contingencia?
Yo creo que todas las personas tienen, de una u otra forma, una postura frente a lo que pasa. No creo que los artistas tengan que decirla por obligación, ni tomar un bando ni hacer canciones al respecto. Soy más de la idea de la espontaneidad y honestidad de las cosas: Si no tienes ganas, no hay por qué decirlo; pero si tienes ganas, no te lo guardes.
¿Tu música, discursivamente, de qué habla?
De las cosas que me pasan, de las preguntas que me surgen, de lo que me hace ruido, de lo que me gusta, etc. Básicamente, sobre algunas de esas cosas que uno piensa cuando se acuesta y apaga todo jaja.
Siempre preguntan sobre las influencias y qué estilo sería tu música, pero prefiero preguntar: si tu música fuese un animal ¿Qué animal sería? ¿De qué color sería? y ¿Dónde viviría y cómo?
Uuuh, yo creo que mi música sería como esos pulpos que cambian el diseño de su piel para camuflarse, porque no la veo de una sola forma o color siempre, me da la impresión de que va a ir cambiando constantemente y tomando cosas de distintos lados con sus tentáculos (yiaaa) jajajaj. Viviría en una cuevita por ahí en el fondo del mar y saldría a buscar comida sólo cuando tuviera hambre.
Súper 45 te colocó en el segundo lugar de los mejores 10 discos chilenos del 2019 ¿Cómo te sientes en ese puesto?
Me siento bien con eso, porque es difícil encontrar vitrinas para difundir la música. La difusión de mi disco la he hecho súper independientemente, sin contactos, ni movidas, ni nada de eso. Puro mandando correos y hablándole a gente por instagram. No digo que sea malo tener contactos o movidas, para nada. Pero el hecho de no tenerlos en algún momento me hizo sentir impotente al momento de encontrar gente que le pueda gustar mi música, entonces ver que igual por la suyas el disco se ha ido haciendo un espacio es súper lindo para mi.
En tu último trabajo tuviste una pasada por Linares antes de lanzarlo ¿Cómo fue eso? ¿Cuál es tu vínculo con la cuna de Margot?
En verdad tuve varias pasadas por Linares en el proceso del disco. Me hice amigo del Camilo Oyarzún, quien grabó las baterías del disco y varias otras cosas, y también ayudó en la mezcla. Toqué teclados en su banda, que se llamaba Planeta Mente y ahí entre ensayos y otras cosas fuimos grabando pal disco. Fue bacán porque conocí harta gente linda y buena onda que me recibió muy bien, y el espacio que tiene el Camilo en Asceta Estudio se agradece mucho porque suena muy bien y es grato para darse el tiempo de encontrar el sonido preciso.
Finalmente ¿Qué le pedirás al viejito pascuero este año? (wherever, dime tus deseos para este año)
Oh, buena pregunta. Mis deseos para este año, por el momento, son principalmente poder aprovechar mi tiempo de la mejor manera para poder compatibilizar mi trabajo de profesor con la música, y hacer ambas cosas bien. Tengo un disco de música instrumental casi listo, que saldrá bajo el nombre de “The Zapla Project”, me gustaría sacar un par de singles como Felics, y seguir produciendo, grabando y mezclando, cosa que disfruto mucho. Ahora, saliéndome del individuo, me gustaría que este año, y todos los que vienen, haya cada vez más personas que buscan y experimentan con sus propias manos formas de vida distintas, que vayan saliendo poco a poco de este sistema podrido.
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